lunes, 19 de agosto de 2013

Una intervención del espacio público


Una de las imágenes que más honda impresión ha dejado en mí ha sido la de una serie de televisores en una vitrina comercial intervenidos con el rostro de una mujer. El mismo rostro en blanco y negro, una y otra vez, grande y pequeño, cubriendo con su anomimato las pantallas y de paso suspendiendo su exhibición puramente banal como mercancía. Una acción simple y arriesgada, pues en el contexto en que fue hecha no resultaba difícil reconocer que ese rostro emanado de una foto carnet fotocopiada, pertenecía a una mujer detenida desaparecida. La veo como una fisura, una interferencia que sintonizó la realidad, subvirtiendo cualquier pronóstico de que la televisión pudiese mostrarla. También llamó mi atención porque interrumpía el imaginario de los detenidos desaparecidos como principalmente “hombres”. Sabemos que fueron hombres y mujeres, pero en la generalidad se muestra a la viuda, a la madre, se invoca a ese femenino sufriente, a la mujer que espera. Podría ser un ejemplo, las protestas el pie de cueca de las viudas (familiares, hermanas, madres,etc.) que bailan solas, que llevan el luto1. En el caso del arte, la fotografía que el CADA dispuso en la revista Análisis (1985)2 en donde se ve una mujer y la palabra viuda debajo, es una claro ejemplo de esto3. Al contrario, aquí al mostrar a una mujer, la intervención amplia el margen de su propio objetivo como acción político estética, invierte los roles de género. 



Esta imagen la vi por primera vez hace más de nueve años y en el libro en donde la encontré no pude saber mucho de sus creadores, sólo que una de ellos se llamaba Luz Donoso. Cuando escucho el nombre de una artista actúo por defecto, este se fija en mí, (al modo de los computadores, o así como una discriminación positiva, pero más ingenua por la simple necesidad de conocer más). Del mismo modo esta imagen se grabó en mi memoria y su persistencia me llevó, hace no pocos días, a creer que la había inventado, pues me fue imposible encontrarla en el libro donde creí haberla visto. Al buscarla en la web esto se repitió, pero gracias al empecinamiento y al trabajo de la investigadora chilena Paulina Varas4, pude dar nuevamente con ella. La obra en cuestión se llama Intervención de un sistema comercial (1981) y fue parte de un conjunto de obras llamadas Acciones de apoyo que Donoso realizó junto a Elias Adasme y Hernán Parada5, para desde el arte acercase a lo político. El grupo utilizó estas estrategias, que según cuenta Donoso en el texto de Varas, les permitieron estar entre uno y otro espacio. También el grupo pegó imágenes de desaparecios en la calle y registró sus acciones, principalmente Donoso, quien dejó un gran archivo de todo ese período de trabajo junto a las organizaciones. Considero que esta acción toma por asalto el espacio público, se apropia por un instante de esos objetos por los que pasa su imagen. Ignoro como l@s artistas pudieron hacer esta hazaña, ignoro también la razón de porqué esta obra no es parte de un mito de las acciones de arte de la época. La imagen se interna en un lugar que porta la paradoja de ser público y privado al mismo tiempo, y por ello accede a un sitio privilegiado de contemplación. Quiénes vieron esta acción deben haber asistido perplejos a un ataque al corazón mismo del consumo desde sus propias retóricas. En otra obra que tituló Huincha sin fin aparece nuevamente esta imagen dentro del contexto de otras múltiples imágenes tomadas desde la protesta.

Poco se sabe de Luz Donoso. Falleció el año 2008, dejando tras de sí una fructífera práctica. Participó en diversas instancias dentro del arte chileno, fue impulsora del Taller 99 de Nemesio Antúnez en los ciencuentas, pintó junto a otros artistas murales de apoyo a Allende en 1964, también fue académica de la Universidad de Chile durante 1970-1974, y luego integrante del TAV; pero pese a ello es poco conocida, ni siquiera figura en el índice artistas plásticos chilenos. 



1 No quiero por ello desmerecer jamás el muy necesario y eficaz trabajo de las agrupaciones de madres ni de familiares, ni el rol que las madres como “incuestionables portadoras del sentido de la familia” (sentido que las mismas dictaduras usaban como su emblema) supieron aprovechar para la lucha política contra las dictaduras Latinoamericanas, sobre todo en la emblemática figura de las madres de Plaza de mayo.
3 Esta última cuestión se la debo a la observación que me hiciera Rita Ferrer durante una entrevista para mi tesis de máster en el año 2010, indicándome como claramente nuestro imaginario respecto a las mujeres y lo femenino es conservador y reproduce los estereotipos, incluso desde los lugares más hacia la vanguardia.
4 El año 2011 curó la exposición dedicada a la artista “Una acción hecha por otro es un obra de Luz Donoso” en el Centro de Arte Contemporáneo de la Municipalidad de Las Condes, la que fue fruto de una investigación sobre los archivos de la artista.
5Parada tuvo un hermano que fue desaparecido y realizó acciones cubriendo su propio rostro con el de su hermano.